Paisajes Canarios

Playa de Las Canteras


Desde el Confital

Atardece en las Canteras




Arbol de Cassandra
Vino al mundo hacia 1620 y aunque no es el más alto, ni el más fuerte, ni problablemente el más viejo, sí puede ser el pino canario más guapo.
Cuenta la leyenda que una joven madre, Casandra, fue quemada por su marido junto a este árbol de 15 metros de altura cuando él descubrió que había entregado a sus hijas al Diablo a cambio de la eterna juventud. El inexorable paso del tiempo, que no dejaba rastro en Casandra, hizo desconfiar al hombre, que una noche de luna llena siguió a su pareja hasta donde había convenido reunirse con Lucifer. Al descubir el origen de su magnífica conservación, decidió darle muerte al momento, encadenándola al tronco del viejo pino que allí había para quemarla viva. Por eso en las noches de plenilunio es posible oir el deamular de Casandra por los aledaños de la presa, escuchándose la cadenciosa marcha de la bruja y sus cadenas y el eterno llanto de un padre.

Mesa de Acusa
Presa Samsó - Tamadaba
Roque Nublo
El Monumento Natural del Roque Nublo es uno de los espacios naturales más emblemáticos de la isla de Gran Canaria (Islas Canarias). Está ubicado dentro del Parque Rural del Nublo y se encuentra situado en el centro geográfico de la isla, sobre tierras del municipio de Tejeda, en una zona muy abrupta. De origen volcánico, el roque se eleva 80 metros sobre su base y 1.813 metros sobre el nivel del mar.El Roque Nublo a su vez es uno de los mayores roques del Mundo , por su gran altitud, para ser un roque. En la antigüedad fue utilizado como lugar de culto aborigen. En el año 1987 fue declarado Espacio Natural y en 1994 fue declarado Parque Rural.
La altitud más grande de Gran Canaria son 1949 metros con el Pico de las Nieves.

Roque Nublo y Roque Bentaiga
Cerca del enorme cráter volcánico de San Bartolomé, en Gran Canaria, se hallan tres de las formaciones rocosas más espectaculares de las islas. Roque Nublo, Roque Bentaiga y el Fraile. Para alcanzar estos elegantes y majestuosos monumentos naturales hay que ir hasta el centro de la isla, y estar preparados para recorrer algunas carreteras de montaña pequeñas y sinuosas. 
La roca más conocida de Gran Canaria es el Roque Nublo. El monolito solitario tiene una altura de 65 metros de basalto. En los meses más fríos de invierno es posible disfrutar de una caminata a lo largo de las vías señalizadas que existen en los alrededores de este paisaje espectacular.
Aunque Roque Bentaiga es más pequeño, la formación rocosa está llena de historia, sobre todo con los guanches. La zona fue en su momento un lugar sagrado de adoración para esta antigua raza que pobló las Canarias. En sus riscos hay muchas cuevas artificiales escavadas por los primeros habitantes. 





En algunas de ellas se han encontrado los primeros ejemplos de pinturas rupestres de las islas. La situación geográfica de las cuevas les convirtió en una fortaleza natural, por lo que Bentaiga llegó a ser un bastión guanche durante las invasiones españolas del siglo XV. 




El Teide
El Teide y Las Cañadas no sólo tenían un significado espiritual para los guanches, sino que esta zona era también un recurso fundamental para la supervivencia en determinadas épocas del año. En verano se producía en estos pastos de alta montaña una concentración de ganados y pastores procedentes de toda la isla.
Los Guanches llamaban al Teide "Echeyde", que significaba "morada de Guayota, el Maligno". Según la tradición, Guayota secuestró al dios del Sol, Magec, y lo llevó consigo al interior del Teide. Entonces, la obscuridad se apoderó de la isla y los guanches pidieron ayuda a Achamán, su ser supremo celeste. El dios consiguió derrotar al Maligno, sacar al Sol de su cautiverio y taponar la boca de Echeyde. Dicen que el tapón que puso Achamán es el llamado Pan de Azúcar, el último cono que corona el Teide.
Parece que la leyenda guanche coincide en el tiempo con la que fuera la última gran erupción en el mismo pico del Teide.
Según relata Fernando de Colón en su libro "Historia del Almirante", cuando las carabelas pasaron cerca de Tenerife, el 24 de agosto de 1492, en su escala en La Gomera camino de América, vieron salir grandes llamaradas de la montaña más alta de todas las islas.
En 1798 se produjo la que fuera última gran erupción dentro de los límites del Parque Nacional y que formó las llamadas Narices del Teide. Durante tres meses, salieron 12 millones de metros cúbicos de lava por una grieta orientada en dirección noroeste-suroeste en las laderas de Pico Viejo, conocido también como Montaña Chahorra.
Todavía hoy, aparentemente dormido el impresionante volcán, sigue imponiendo respeto a todos aquellos que llegan hasta él.





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Entre lava

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Bufadero

Recuperadas las vistas

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Las Canteras desde el Confital